miércoles, 8 de octubre de 2008

Mont-Tremblant y Parc Omega

Tras la visita al Parque Algonquin, nos dirigimos a nuestro hotel situado en la zona de Mont-Tremblant, famosa en Canadá por ser uno de los principales destinos para la práctica del esquí y de los deportes de invierno. El hotel, situado a las fuera del pueblo de Mont-Tremblant, fue una magnifica elección (al igual que el resto del viaje y no es por tirarme flores). Una atención maravillosa, habitación enorme con chimenea y desayuno delicioso. Todo ello, unido a una ubicación excelente en plena naturaleza a los pies de un lago.


Mont-Tremblant ya está situado en la región de Quebec, que como bien sabéis, es francófona a diferencia de Ontario que es anglófona. En Ontario el idioma principal es el inglés y en Quebec es el francés. Tras nuestras primeras experiencias en Ontario donde nos tenían que repetir las cosas para entenderles, ya que era un inglés americano cerrado, pensábamos que en la región de Quebec la cosa sería diferente y al no ser el inglés el idioma principal, se les entendería mejor… Pues sí y no. Sí porque cuando hablaban en inglés no tenían casi acento y se entendía todo, pero no, porque nos encontramos con gente que de inglés “ni papa”. Así que nos encontramos en determinados sitios de Quebec comunicándonos por señas. En fin... de todo se aprende.


El 3/08 lo dedicamos a visitar el Parc Omega, parque/reserva natural situado en la localidad de Montebello. Es una enorme área natural que se recorre, en su mayor parte, en el coche a través de una carretera de unos 10 kilómetros de longitud. Durante todo el recorrido se pueden ver búfalos, osos pardos, lobos, ciervos, cabra montes,…La velocidad durante todo el recorrido se ve limitada a…. lo que los animales quieran, ya que están acostumbrados a la presencia humana y rodean literalmente los coches en busca de comida. (incluso metiendo la cabeza por la ventanilla) Hay determinadas zonas en el parque en las que se puede descender del coche y realizar pequeñas rutas. Por esas zonas se puede disfrutar del paisaje, de cervatillos increíblemente cerca, de los lagos,… Maravilloso. Más que enrollarme con palabras, creo que las fotos hablan por si solas.



Por la tarde, regreso al hotel, cena en un restaurante del pueblo y paseo nocturno disfrutando del ambiente nocturno (que como podeis ver, no era mucho).



2 comentarios:

Unknown dijo...

Viendo las imágenes de este artículo se me ha pasado por la cabeza el qué la hiciste a Natalia para verla tan cerca de los animales con los que ella los rehuye.... Isabel, yo me preocuparía de por qué a Lucas no le daba de comer como a los cervatillos. No serán imágenes trucadas?

Alvaro dijo...

Pongo en nombre de Natalia el comentario de respuesta, que la chica no me tiene cuenta en Gmail...

"Ja!! Vaya fama que tengo...

A los cervatillos lo único que les importaba era ver si teniamos zanahorias que darles, sino pasaban de tí. A Lucas le daba igual, era tan efusivo que no le importaba que no tuvieras nada!!"